Belda Bordón ha asesorado a una start-up dedicada al negocio del delivery en la entrada de nuevos inversores con el objetivo de incrementar la presencia nacional del negocio.
La operación ha sido especialmente compleja por la entrada de los socios en el capital social de la sociedad, que se ha instrumentado a través de una aportación no dineraria de empresa o negocio.
Todo esto se ha articulado a través de un contrato de inversión, con un régimen de manifestaciones y garantías extenso por parte del inversor (que aporta el negocio) y un pacto de socios que, aun conteniendo las previsiones típicas de este tipo de contratos (p.e. materias reservadas de consejo y junta, restricciones a la transmisibilidad de las participaciones, etc.), incluye diferentes particularidades hechas a medida a la situación incipiente del negocio.